Si supieras

Si tú supieras que lo que crees creas, tal como empieza a demostrar la física cuántica, lo primero que harías es dejar de pensar que el cambio es imposible.
Si supieras que para conseguirlo es suficiente con alcanzar lo que se llama la masa crítica que es un número indeterminado de personas aceptando el nuevo paradigma,(el Apocalipsis habla simbólicamente de 144.000), para que la especie humana en su conjunto y de manera casi automática lo abrace, te darías cuenta de la incidencia que tiene tu propio cambio.
Si supieras con seguridad que la muerte en realidad no existe, que tú no eres tu cuerpo, que el cuerpo solo es el vehículo que te permite experimentar. Cuidarías tu cuerpo como cuidas tu coche, pero no te ocuparías más del coche que del conductor.


Si supieras que todo lo que pides al cielo se te concede, aunque la mayor parte de las veces no en la forma que imaginas, pues el cielo sabe mejor que tú qué experiencia te lleva a lo que de verdad quieres y no a lo que piensas que quieres, pedirías al cielo en lugar de luchar en la tierra por conseguirlo.
Si supieras que todo está aquí para que lo disfrutes, pero sin apegarte a ello, pues es precisamente el apego el que te produce dolores de cabeza, nada trajiste y nada te llevarás, excepto la experiencia, disfrutarías de cuanto la vida te ofrece y una vez saciad@,, lo soltarías para poder disfrutar de otra cosa.
Si supieras que la vida es un regalo divino, nunca se te ocurriría pensar que tienes que hacer méritos para ganártela y en cambio agradecerías el regalo.
Si supieras que en realidad no controlas nada, dejarías de malgastar energía intentando controlar.
Si supieras que es imposible amar al prójimo si no has aprendido a amarte a ti mismo primero, te permitirías ser, dejarías de juzgarte y de subestimarte y en la medida que avanzaras en el conocimiento del amor a ti, comprobarías cómo el amar a los demás es algo inevitable.
Si supieras que tu verdadera responsabilidad es sobre tus propios pensamientos, palabras, acciones y omisiones, o sea de tu propio camino, de tu propia vida; dejarías de preocuparte tanto por la vida y acciones de los demás para poner toda la atención en ti. No permitirías que otros interfieran en tu camino, ni interferirías en el de los otros.
Si supieras que eres una pieza única e insustituible en el puzzle del espíritu, no tendrías necesidad de demostrar quién eres, ni te importaría lo que pensaran otros.
Si supieras que esa pieza que eres, tiene un lugar reservado desde el principio de los tiempos  que ninguna otra pieza puede ocupar, no tendrías ninguna necesidad de competir.
Si supieras que tu completitud llegará cuando ocupes tu espacio reservado y realices aquella misión que solo tú puedes realizar, te dejarías llevar de lo que te hace sentir bien y soltarías lo que no, puesto que solo te sientes de verdad bien cuando te acercas al objetivo.
Si supieras que para realizar tu misión el espíritu te dotó con unas facultades específicas o dones, te dedicarías a descubrirlas en lugar de a ignorarlas y esconderlas.
Si supieras que ya eres un ser completo con su aspecto masculino y su aspecto femenino, te dedicarías a conciliarlos en ti, en lugar de buscar tu media naranja fuera.
Si supieras que las relaciones de pareja sirven para ayudarse en el crecimiento mutuo aprendiendo el uno del otro, no buscarías en el otro la satisfacción de tus carencias.
Si supieras que el hilo telefónico que te comunica con la divinidad está en tu corazón, te dejarías llevar por el sentimiento en lugar de hacerlo por la cabeza.
Si supieras que confundes sentimiento con emoción y que la emoción varía según lo hace tu forma de pensar, utilizarías la emoción como hilo conductor para descubrir tus patrones mentales erróneos.
Si supieras que confundes pereza con falta de motivación y que la motivación es el fuego impulsado por el espíritu, no dejarías de hacer cuando sientes el impulso y no harías cuando no lo sientes.
Si supieras que la represión, el aparentar, la mentira, la media verdad, te alejan del crecimiento puesto que el objetivo es conocerte a ti mismo, te comprometerías con la verdad, abrazarías la verdad y expresarías tu verdad sin temor. “Y la verdad te hará libre”
Si supieras que toda crisis es una oportunidad de conocerte mejor y adquirir mayor comprensión, dejarías de esforzarte por evitarlas y simplemente agudizarías tu atención.
Si supieras ……
Pero el paso anterior a saber es creer. Tu corazón sabe, es tu mente la que necesita creer.
De ahí la frase “Ten fe y te salvarás”
CONFÍA EN TÍ Y SERÁS TESTIGO DE LA CONCILIACIÓN.

(Del libro "El Crismón de 1acobus y el fín de los tiempos) Carlos Galindo

2 comentarios:

  1. Hola estoy leyendo su libro por "casualidad ". soy de Argentina en el 2010 peregrine el camino de Santiago. aqui le dejo un link para descargar el libro de profesias de Benjamin Solari Parravicini, quien ser refiere mucho a la imagen de la cruz orlanda como simbolo del gran cambio. Espero sea de ayuda.

    http://www.mediafire.com/?zrztgvjte2g

    Benjamín Solari Parravicini fue un artista que recibió un extenso mensaje profético de la presencia espiritual de José de Aragón, un fraile franciscano que vivió cientos de años antes que Benjamín, que fue enviado como su Ángel tutelar para entregarle el mensaje en luz. En tanto José iba entregando el mensaje, Benjamín lo iba trazando y escribiendo conforme a lo que el Ángel le profería y transmitía, resultando así unos dibujos acompañados de textos con talantes proféticos llamados "psicografías"

    Juan

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  2. NAMASTE CONTIGO...

    la sabiduria divina se manifiesta para mi atraves de este articulo, gracias por ser el vehiculo del mensaje, y se q este post tocara a muchos mas.

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